Juan Carlos Insúa, un dirigente sindical de la carne oriundo de San Luis, fue detenido acusado de liderar una organización narcocriminal que traficaba cinco kilos semanales de cocaína desde Buenos Aires hasta Villa Mercedes. Utilizaba como pantalla sus cargos en distintos gremios, entre ellos el Sindicato Obrero de Frigoríficos Empleados de Carne y Afines (SOFECA) y la Federación de Trabajadores Agrarios (Fe.T.A.R.A).
En audios interceptados durante la investigación judicial, Insúa expresa abiertamente su ambición:
“Esto es una empresa. Estamos construyendo nuestro imperio a la talla y medida que queremos. No paramos de mejorar”.
Los traslados de la droga se realizaban a través de la Ruta Nacional Nº 7. Insúa contaba con contactos y recursos para evitar controles. En un audio le cuenta a su socio, Raúl Ramayo, cómo logró eludir a Gendarmería en un peaje:
“Me pararon… decí que le mandé chamuyo con el Sindicato, que esto y lo otro, y no me revisaron”.
La organización movía droga de forma sistemática entre diciembre de 2023 y junio de 2024. Se estima que lograron traficar unos 120 kilos de cocaína, generando ingresos de hasta 140 millones de pesos mensuales —una suma total de aproximadamente 840 millones de pesos en ese periodo.
La fachada gremial y la vida de lujo
Insúa, con vínculos políticos previos (participó en la campaña de Alberto Fernández en 2019), también mantenía una vida ostentosa. En videos recuperados por la investigación se lo ve bailando en una lancha en Miami, vestido con traje de baño naranja y acompañado por su pareja y presunta testaferro, Sandra Cnochaert.
La organización usaba como centro de operaciones una finca alquilada en Villa Mercedes, conocida como “El campo de merca”, lindera a la ruta 8. Allí distribuía la cocaína a un intermediario apodado “El Gaucho” Funes, encargado de repartirla a través de una red de revendedores.
Las conversaciones estaban cargadas de códigos. Por ejemplo, “fichas” significaba dinero, y “novillos” era la palabra clave para los kilos de droga. Funes, en una conversación, le dice a Insúa:
“Te dejo las fichas. No sé si no son de todos, pero de tres novillos seguro”.
Insúa respondía entusiasmado:
“Con el ritmo del Gaucho, lo que tenés vos allá y si le sumamos Mendoza, en tres o cuatro meses estamos en otra galaxia”.
Participación familiar y desmantelamiento de la banda
El hijo del sindicalista, Juan Cruz “Juancho” Insúa, también fue detenido. Se lo acusa de administrar una concesionaria de autos en Escobar, desde donde ayudaba al lavado de activos y proveía vehículos para los traslados. Se lo considera parte central en la logística y recolección del dinero de la banda.
Además de “El campo de merca”, la banda contaba con otra base llamada “De Las Palmeras”, cercana al hipódromo de Villa Mercedes y a la ruta 7. Tenían ramificaciones en Buenos Aires y Merlo.
La causa, liderada por el fiscal federal Danilo Miocevic, la Procunar y la auxiliar fiscal Florencia Compaired, derivó en 27 allanamientos simultáneos. El operativo terminó con 13 personas detenidas, entre ellas Insúa, su pareja y su hijo. Se incautaron armas, vehículos, dinero en efectivo y una máquina contadora de billetes.