Rebelde, magnético y demoledor: quién es Carlos Prates, el brasileño que revoluciona la UFC

DEPORTES

El universo de las artes marciales mixtas encontró en Carlos Prates a una figura difícil de encasillar. Tras su resonante triunfo del 15 de noviembre de 2025 ante Leon Edwards, el peleador brasileño se transformó en uno de los nombres más comentados del peso wélter y en un serio aspirante a un futuro cruce con el campeón Islam Makhachev. Sin embargo, su impacto no se explica solo desde lo deportivo: Prates representa un estilo nuevo de estrella, espontánea, disruptiva y con un magnetismo que lo distingue de cualquier otro competidor.

Su ascenso, veloz y contundente, está alimentado tanto por su rendimiento en el octágono como por la manera en que se muestra ante el mundo. Mientras la mayoría de los luchadores construye una imagen rígida y controlada, Prates se ha ganado a la audiencia gracias a un comportamiento despreocupado, directo y absolutamente fiel a sí mismo.

Un atleta que vive sin filtros

Prates se ha convertido en una rareza en la élite de la UFC por una razón simple: no se esconde detrás de discursos prefabricados. En conferencias de prensa aparece relajado, sin adoptar poses calculadas, y fuera de los eventos disfruta de la noche, de la música y de encuentros sociales sin preocuparse por el qué dirán.

Ese estilo, lejos de perjudicarlo, parece impulsarlo. El propio luchador insiste en que su forma de vivir lo ayuda a moverse con naturalidad dentro de la jaula. Y el público, que detecta rápidamente lo auténtico, ha convertido esa forma de ser en una marca registrada. Fanáticos y medios coinciden en una idea: Prates combina contundencia deportiva con una frescura mediática que lo vuelve irresistible.

Un combate que alteró el tablero

El triunfo ante Leon Edwards fue un punto de quiebre. A partir de ese resultado, Prates dejó de ser una promesa para convertirse en un protagonista del presente de la UFC. En Brasil y en la prensa internacional, su nombre comenzó a aparecer como uno de los más atractivos del momento y como candidato directo a pelear por el cinturón.

La repercusión generada por esa victoria abrió un debate interno en la organización: ¿acelerar su llegada a una pelea por el título o mantener el camino habitual de ascensos graduados? La presión del público —que reclama nuevas figuras— podría llevar a la compañía a reconsiderar su estrategia, especialmente porque la popularidad del brasileño crece a un ritmo pocas veces visto.

El paralelismo con Romario y la ruptura del molde

Uno de los aspectos que mejor explica el fenómeno Prates es la comparación con el mítico delantero Romario. Al igual que el campeón mundial, Prates no responde al modelo del atleta hiperdisciplinado y meticulosamente controlado. Ambos encarnan una forma distinta de entender el rendimiento: entrenar lo necesario, disfrutar la vida sin culpas y rendir al máximo cuando llega el momento decisivo.

Esa espontaneidad, que en otros generaría cuestionamientos, en Prates funciona como un sello distintivo. En un deporte que suele promover la solemnidad y el autocontrol, su rebeldía se vuelve un alivio para los espectadores y una bocanada de aire fresco para una industria acostumbrada a personalidades repetidas.

Un fenómeno mediático que incomoda a la organización

La influencia del brasileño en los medios es innegable. Sus conferencias desbordan de público, sus apariciones generan conversación inmediata y la comunidad de seguidores que ha creado se expande con velocidad. En Brasil, cada pelea suya se sigue con fervor, y su figura ya traspasó el ámbito deportivo para instalarse en la cultura popular.

Este crecimiento vertiginoso plantea un dilema para la UFC: apostar por su empuje mediático y darle un acceso acelerado al cinturón, o continuar con la progresión tradicional que aplica con otros peleadores. La decisión no es menor: Prates representa una novedad que podría transformar el modo en que la organización maneja a sus futuras estrellas.

Un destino abierto para la nueva cara de la UFC

El futuro de Carlos Prates está lleno de posibilidades. Si consigue una oportunidad por el título en el corto plazo, podría convertirse en una de las historias más resonantes del deporte de contacto. Si la espera se prolonga, su personalidad seguirá alimentando su popularidad y manteniéndolo en el centro de la escena.

Lo cierto es que su estilo irreverente y carismático ya dejó huella. Prates no solo compite con potencia; también está redefiniendo cómo debe verse y comportarse una figura de elite dentro de la UFC. En él conviven la espontaneidad, el talento y un atractivo que supera cualquier estrategia de marketing. Por eso muchos lo consideran un fenómeno difícil de repetir y una señal de la nueva era del espectáculo en las artes marciales mixtas.