La diputada de Pro encabezó una jornada con expositores antivacunas y denunció intentos de censura. Sociedades médicas criticaron el evento y alertaron sobre los riesgos de difundir información sin sustento científico.
La diputada de Pro Marilú Quiroz volvió a quedar en el centro del debate tras organizar en el Congreso una jornada titulada “¿Qué contienen realmente las vacunas?”, un encuentro que reunió a profesionales y divulgadores que sostienen posturas abiertamente contrarias a los programas de inmunización. Durante el inicio del acto, realizado en el Anexo A de la Cámara baja, la legisladora acusó a sectores políticos y sanitarios de intentar cancelar el evento y respondió a los insultos que recibió en redes sociales, donde la calificaron de “burra”.
Quiroz abrió la actividad planteando su intención de impulsar una revisión de “la obligatoriedad y compulsividad” de las vacunas aplicadas en el país, especialmente las administradas durante la pandemia. Agradeció a los asistentes y sostuvo que, pese a que no esperaba “resultados concretos”, el objetivo era instalar la discusión tanto en el Poder Legislativo como en la sociedad. La diputada insistió en que existen relatos oficiales que buscan acallar voces críticas y remarcó que, como legisladora nacional, su propósito era habilitar un espacio para posiciones que, dijo, “no suelen ser escuchadas”.
El programa incluyó exposiciones como “Vacunas de calendario y autismo”, a cargo de Oscar Botta, integrante de Médicos por la Verdad, y la presentación de Viviana Lens titulada “Víctimas ignoradas por el Estado: sangre de vacunados al microscopio”. En su intervención, Quiroz volvió a cuestionar los procesos de aprobación acelerada que tuvieron las vacunas contra el Covid-19 y reclamó transparencia plena sobre los acuerdos con los laboratorios. Ya había manifestado públicamente sus dudas el año anterior, cuando afirmó que aún se desconocen algunos efectos futuros de esas dosis.
La diputada también se refirió a las críticas personales que recibió. “Podré no saber sobre ciertos temas, pero no desconozco los valores humanos”, señaló al mencionar los ataques en redes, donde la acusaron de emitir opiniones sin conocimientos técnicos. “Yo escucho y dejo hablar a quienes tienen algo para aportar”, concluyó. Su mandato parlamentario finaliza en diciembre.
El encuentro, que se extendió casi seis horas, tuvo momentos que llamaron la atención del público. Uno de ellos fue la participación de Lorena Diblasi —presentada como licenciada en Biotecnología—, quien llevó al frente a un hombre identificado como José Daniel Fabián para exhibir supuestas secuelas vinculadas a las vacunas de AstraZeneca. El asistente intentó mostrar cómo objetos metálicos se adherían a su piel, lo que Diblasi describió como un caso de “magnetización”, sin aportar evidencia comprobable.
La jornada recibió fuertes cuestionamientos por parte de instituciones médicas. El Colegio de Médicos envió una carta al ministro de Salud, Mario Lugones, solicitando la suspensión de la actividad ante el riesgo de provocar temor o desconfianza respecto a las vacunas, especialmente en un contexto donde las tasas de inmunización se encuentran en niveles preocupantemente bajos. También advirtieron que discursos de este tipo pueden favorecer el resurgimiento de enfermedades que estaban controladas.
En la misma línea se expresó la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología, que junto con otras entidades científicas remitió una nota al Congreso. Allí señalaron que iniciativas que buscan desacreditar la eficacia y la seguridad de las vacunas “atentan contra la salud pública” y pidieron evitar que el ámbito legislativo sea utilizado para difundir información sin respaldo científico.
