El Papa León XIV fortalece el diálogo interreligioso durante una jornada histórica en Estambul.

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El Pontífice visitó la Mezquita Azul, mantuvo un encuentro privado con líderes cristianos en la iglesia siriaca de Mor Ephrem y continuará su itinerario en la Iglesia Patriarcal de San Jorge.

La jornada del Papa León XIV en Estambul estuvo marcada por señales claras de apertura interreligiosa y compromiso ecuménico. A primera hora, el Pontífice llegó a la Mezquita Sultán Ahmed —más conocida como Mezquita Azul—, uno de los monumentos más representativos de la antigua Constantinopla. Allí permaneció en silencio, en un gesto de recogimiento y respeto hacia la comunidad musulmana que utiliza este lugar como centro de oración. Así lo comunicó la Oficina de Prensa de la Santa Sede a través de su canal oficial.

La mezquita, construida entre 1609 y 1617 por mandato del sultán Ahmed I, se caracteriza por su imponente conjunto de más de 21.000 azulejos turquesa elaborados en Iznik y por la luz que ingresa desde sus 260 ventanas, aportando una atmósfera que combina arte, historia y espiritualidad. También destacan sus seis minaretes, un número poco habitual que ha dado origen a una conocida tradición oral: se dice que el arquitecto interpretó erróneamente la orden del sultán, quien habría solicitado minaretes “de oro” (altın), pero fue entendido como “seis” (altı).

Una vez concluida la visita, el Papa se trasladó a la Iglesia ortodoxa siriaca de Mor Ephrem, ubicada en Yeşilköy. Este templo, inaugurado en 2023, es la primera iglesia construida en territorio turco desde la fundación de la República. Su edificación tomó cerca de una década, retrasada por cuestiones administrativas, la pandemia y el devastador terremoto que afectó la región en 2023. Dedicada a Efrem el Sirio, la iglesia representa un punto de referencia para la comunidad siriaca y para el diálogo entre Iglesias orientales.

En este espacio, el Papa mantuvo un encuentro privado con representantes y jefes de diferentes Iglesias y comunidades cristianas, varios de los cuales participaron el día anterior de la conmemoración por los 1700 años del Concilio de Nicea en Iznik. Recibido por el Patriarca Ecuménico Bartolomé, León XIV se reunió alrededor de una mesa redonda junto a los líderes cristianos presentes, quienes compartieron reflexiones sobre la unidad, la evangelización y los desafíos que enfrenta el cristianismo en la región.

En su intervención, el Papa subrayó nuevamente la relevancia del Concilio de Nicea y de la celebración realizada el día anterior. Insistió en que la división entre los cristianos continúa siendo un obstáculo para el testimonio común del Evangelio y llamó a impulsar nuevos espacios de encuentro, incluso con aquellas Iglesias que no pudieron estar representadas. También invitó a mirar hacia el Jubileo de la Redención del año 2033 como un camino espiritual compartido, con la esperanza de un retorno a Jerusalén y a los lugares centrales de la fe cristiana, como el Cenáculo. Al finalizar, dejó su mensaje en el Libro de Honor, resaltando las bendiciones para las comunidades presentes.

Durante la tarde, el Pontífice tiene previsto dirigirse a la Iglesia Patriarcal de San Jorge, situada a pocos kilómetros, sede espiritual del Patriarcado Ecuménico. El templo, construido en 1720 y sin cúpula por las restricciones arquitectónicas de la época otomana, alberga el Trono del Patriarca —una joya artística con incrustaciones de marfil— y reliquias de santos como Eufemia de Calcedonia, Gregorio el Teólogo y Juan Crisóstomo. Tras un momento litúrgico de doxología, la jornada concluirá con una celebración eucarística a la que se espera la asistencia de unas cuatro mil personas.