El equipo Alpine enfrenta una situación inesperada fuera de los circuitos: dos personas ingresaron ilegalmente a su planta de Viry-Châtillon durante la noche, lo que abrió una investigación en Francia ante la posibilidad de un intento de espionaje industrial.
Según reveló Le Parisien, los intrusos habrían entrado por una ventana lateral y se dirigieron directamente hacia el primer piso, donde están ubicadas las oficinas de la dirigencia. Varias puertas aparecieron forzadas, aunque no se constató el robo de objetos ni documentos. Este detalle refuerza la idea de que la irrupción no tuvo como fin sustraer bienes materiales, sino revisar espacios vinculados a decisiones técnicas y estratégicas del equipo.
La fiscalía de Evry confirmó que el caso pasó a manos de la división de delincuencia territorial. Las cámaras y los peritajes en curso intentan determinar cuánto tiempo estuvieron dentro del edificio —estimado en apenas unos minutos— y qué buscaban exactamente.
Fuentes cercanas a Alpine aseguraron que no había personal en el lugar al momento del hecho y que, hasta ahora, no se detectaron daños significativos. Sin embargo, la ausencia de robos no hizo más que aumentar las sospechas, sobre todo en un momento en el que la escudería trabaja en el desarrollo del auto para el nuevo reglamento técnico.
El incidente llega en medio de un año deportivo complejo: Alpine se ubica última en el campeonato de constructores y depende casi por completo de los puntos obtenidos por Pierre Gasly. Con solo 22 unidades y tres fechas por disputarse, el equipo busca cerrar la temporada con cierta dignidad mientras proyecta una reconstrucción profunda de cara a 2026, año en el que estrenará motores Mercedes y un monoplaza completamente renovado.
La tensión en el paddock y la sensibilidad por la información técnica hacen que el episodio no pase desapercibido. El equipo, por ahora, mantiene silencio público mientras continúa la investigación.
